Estos monstruos pueden que den miedo en un comienzo para los más jóvenes, pero la receta termina siendo una buena carcajada con una sonrisa dibujada en la cara. Es que Burgos será anfitrión para el espectáculo ambulante de monstruos de los hermanos Forman, que se instaló junto a la catedral en una carpa importante y será desde esta noche una de las presentaciones más esperada.
Bajo el nombre de Obludárium, la idea del espectáculo es trasladar a las personas historias de las relaciones entre estos monstruos que fueron creados para la ocasión y que estarán, además, redecorando la ya colorida carpa que está junto al templo de Burgos. El mensaje final, según cuenta su creador, es enseñar que hay que buscar el lado humano a todos los seres vivos, incluso entre personas que parecen ser más dura que la roca, así como también señalar la valentía necesaria para subirse a un escenario y mostrar su deformidad.
La idea surgió como una obra de circo más, pero fue mutando en su esencia, hasta llegar a ser lo que es hoy, apto para toda la familia y con un grupo teatral formado por más de quince personas, entre técnicos, bailarines y demás partes que componen el todo en el espectáculo.
De paso por Francia durante varios años, Obludárium ha visitado países como
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